lunes, 25 de enero de 2010

Fiasco en inglés también se dice fiasco

Enero de 1973. Aún sin entenderlo, toda la atención de los presentes se concentra en la exposición que en inglés hace el flamante nuevo director técnico del Independiente Santa Fe, el británico John Evans, durante su primer encuentro con la prensa, en la Escuela de Carabineros de Suba, al noroccidente de Bogotá. Al evento se han sumado decenas de curiosos. Su compatriota Alan Cradock, contratado como preparador físico, también a la izquierda y localizado a espaldas de Evans, con el cabello sobre las orejas, bigote candado y buzo negro bajo la chaqueta, tampoco parpadea.

Las dos primeras copas de aguardiente Cristal sobre la mesa han sido ya evacuadas por el entrante cuerpo técnico albirrojo. Periodistas y dirigentes han optado por la cerveza Rubia, hoy ya desaparecida del mercado. Las patillas en el look eran lo mandado de la generación de entonces. Dos de los exponentes más señalados de aquella moda eran los periodistas Rufino Acosta, de El Espectador (primero a la izquierda) y Alfredo Guevara, de El Espacio, quien le sigue en la mesa.

Siguiendo el sentido contrario al de las manecillas del reloj, desde la derecha, costado inferior, se aprecian la cabeza y las gafas de Guillermo La Chiva Cortés, presidente del Santa Fe; Humberto Rodríguez Jaramillo, conocido como El Tabaco, comentarista de Todelar y de El Espacio, y el autor de este blog, de gafas, bebiendo a pico de botella, enviado de El Tiempo. El siguiente comensal no se identifica y el posterior es Jorge El Topolino Zuluaga, entonces reportero judicial y años más tarde consagrado humorista del programa Sábados Felices en televisión.

Hasta hoy nadie sabe con qué criterios el Santa Fe —que en 1972 había terminado tercero detrás de Los Millonarios, campeón con un equipo de antología, y del Júnior de Barranquilla— contrató al binomio británico, que resultó un verdadero fiasco deportivo, a partir de la circunstancia del idioma. Al cabo de tres meses, cuando Evans y Cradock se vieron forzados a salir del club cardenal, llegó a decirse que ninguno de los dos había pateado nunca un balón de fútbol. Del primero trascendió que se trataba de un ingeniero al servicio de una firma de botes de fibra de vidrio en Londres. Del segundo, apenas, que era su alter ego en cuestiones de bohemia.

Se cuenta que el periodista Yamid Amat, hincha y por aquel tiempo miembro de la junta directiva del Santa Fe, en posterior reunìón privada con los dos británicos quiso halagarlos con un brindis en inglés, para lo cual, frenético, levantó su copa y les deseó un pronto exit, lo que sorprendió negativamente a los dos extranjeros, toda vez que estaba augurándoles todo lo contrario a su propósito: una pronta salida —en lo cual fue premonitorioy no el éxito.

Por cierto, y también a manera de anécdota, la primera noticia sobre la contratación del dueto inglés salió al mundo desde Bogotá por la Agencia France Press (AFP), el último jueves de 1972, que era 28 de diciembre, ¡Día de los Inocentes!